Sin dolor no te haces feliz.
Equivocarse.
Levantarte y caerse.
Volver a sonreír y volver a creer.
Que te rompan el corazón.
Construir de nuevo tus sueños.
Alegría y risas.
Ciegos nocturnos convertidos en mañaneros.
Vivir al límite.
Superación.
Descubrir lo que tenías delante de tus narices.
Que sólo tengamos esta noche.
Las noches quita-penas.
Las madrugadas prohibidas.
Vivan los amigos.
El que te den.
Los domingos sin voz porqué cantaste como nadie.
Dejarte e irme con otra. O con otro.
Vivan los desayunos en la cocina, cotilleando de todo lo que pasó.
Los bailes que nos pegamos.
Y los bailes latinos.
Los deseos ocultos.
Los amigos nuevos que de repente son como los viejos.
El jagger. O mejor, el tequila.
Vivan las miradas cómplices.
Las estrategias.
Las historietas sin fin.
Entender todo.
Viva que estamos descubriendo la sensación de llevar las riendas de nuestras vidas.
Y viva esa sensación, que si por no lo sabes es increíble.
Viva la vida… Y viva que somos jóvenes!
No sé tu nombre, sólo sé la mirada en que me lo dices.
Mario Benedetti